Nos encanta lo japonés, pero muchas veces todo lo maravilloso que reproducen con esa perfección casi élflica tiene su origen en China. Y si nos preguntamos por el origen del Matcha no es una excepción. Vamos a repasar un poco la historia del Matcha, nuestro té favorito:

Orígenes en China
Dinastía Tang (618-907): El consumo de té en polvo comenzó durante esta dinastía en China. Las hojas de té se cocían al vapor, se secaban y luego se molían hasta convertirlas en un polvo fino.
Dinastía Song (960-1279): La práctica de batir el polvo de té en agua caliente con un batidor de bambú (práctica conocida como chanoyu en Japón) se volvió popular. Este método se considera un precursor del té matcha moderno.

historia del matcha
Fuente: Uji Matcha Tea

Introducción en Japón
Siglo XII: El monje budista Eisai introdujo el té en polvo en Japón tras visitar China. Eisai llevó semillas de té y escribió sobre los beneficios del té verde para la salud en su libro Kissa Yōjōki (“Beber té para una vida saludable”).
Los monjes budistas zen adoptaron el matcha como parte de sus prácticas de meditación, ya que les ayudaba a mantenerse alerta durante largas sesiones de meditación.

Desarrollo en Japón
Durante el siglo XIV, el té matcha se convirtió en una bebida de prestigio entre los samuráis y la nobleza.
En el siglo XVI, el maestro del té Sen no Rikyū formalizó la ceremonia del té japonesa (chanoyu), que elevó el matcha a un símbolo de estética, disciplina y espiritualidad. Esta ceremonia se centra en la preparación y el consumo de matcha en un contexto ritualizado.

Características del Matcha
Producción: El té matcha se elabora con hojas de té verde tencha, que se cultivan bajo sombra para incrementar la clorofila y los aminoácidos, como la L-teanina, que aportan su sabor umami característico. Las hojas se muelen con molinos de piedra hasta formar un polvo fino.
Uso tradicional: Se prepara batiendo el polvo con agua caliente en un cuenco hasta obtener una mezcla homogénea y espumosa.

En definitiva, el origen del matcha es chino, como el sushi y mucha gastronomía japonesa. Otro debate es lo bien que saben los japoneses trabajar su branding (especialmente con el matcha), pero eso ya lo dejamos para otra ocasión.

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